viernes, 30 de marzo de 2012

TÚ DAME EL PRIMER GOLPE

No sé pelear. No soy un palomilla de ventana. Tengo mi esquina y mi calle pero no tiro mecha... no nací para eso. Considerar trompearme con alguien a la salida del colegio, en el recreo a escondidas del comedor de los profesores o esos típicos retos del famoso juego "tumbaditas", nada, no va conmigo.
Y no sé por qué, "por naturaleza", macho que se respeta debe meter su combo, nokear al enemigo, dar miedo y tanta vaina que el barrio se supone debe inculcar. Hoy tengo 33 años y puedo decir que nunca necesité de una bronca a puño limpio para demostrar valentía y que mucho menos me vi en la necesidad de amenazar a alguien con golpearlo por el simple hecho de crearme una leyenda. Y esto me permite aprovechar mi experiencia para inculcar a mis hijos que nada se resuelve con violencia, ni mucho menos con abuso porque eso no lleva a ninguna buena conclusión, al contrario, conlleva sencillamente a crear rencor y enemistad y la vida no está hecha para perder el tiempo en tonterías como esa.
Hice primero de secundaria en un colegio mixto y yo era el alumno nuevo en un colegio nuevo. Cuando llegué ya existía un grupo de amigos consolidado y yo debía lograr integrarme (debo confesar que una de las cosas que más me gusta de la vida es hacer amigos). Bacán, al inicio todo bien. Como en todo salón existían las argollas: Las Chicas y sus cosas de chicas, los Patas y sus cosas de patas. Chicas y Patas, Patas y Chicas, Chicas con patas chicas, patas que quieren ser chicas y chicas que enseñan sus patas... en fin, ya me hice un lío... retomemos:
Los primeros meses de clase transcurrieron normal, nuevos amigos y amigas y todo bien, pero siempre llega el momento en que un "compañero" del salón vomita un "habla, nos mechamos" por puro gusto y afán de "sobresalir", más aún cuando siente necesidad de fomentar su hombría venida a menos por falta de autoestima quizá.
Pues bien, la propuesta me la hicieron a mí. Un patita me comprometió a responder la pregunta de rigor que nos llevaba a encontrarnos en un parque a la vuelta del colegio a la hora de la salida. Reconozco que no me sentí cómodo, que sentí temor pero que la presión misma del "no vayas a arrugar ah" respondió por mí y sin ponerme bravucón, acepté. Ok, todo quedó listo para la tarde del día siguiente y para el día después de mañana.

El día del encuentro, durante todo el día, el bacancito golpeaba su puño contra la palma de su otra mano en señal de desafío y victoria; yo sonreía y los demás adoquines exacerbaban el momento con el "uy uy uy uy". Yo continuaba sonriendo (y para quienes me conoces saben  que siempre ando con una sonrisa el mayor tiempo posible).

¡RIIIIIIIIIIIIIIIIING! Timbre que anuncia la salida de clases y la comitiva completa nos dirigimos al parque, a la vuelta del colegio... faltaba Kike Pérez para que narre el encuentro como en el Rincón del Box. 

El patita se puso delante de mí con los puños formados y los brazos en posición de boxeo. Yo dejé mis brazos caídos a los lados y le dije "bueno, no sé pelear, tú dame el primer golpe" y el oponente se quedó extrañado. Parado ahí asombrado de mi tranquila reacción ante la masa de gente que jugaba apuestas en las que, claro, por mí no se debatían ni 2 soles. ¡¡¡Pelea Carajo!!! gritó mi contrincante y nuevamente se puso como Muhammad Alí en su mejor momento. Yo insistí: Lo siento, no sé pelear.... dame tú el primer golpe y quizá eso me haga reaccionar. El patín se acercó a paso lento temiendo, quizá, que fuera a hacerle un ¡¡¡ABUUUUKET!!! o algo así. Pero yo lo miraba fijamente. Se acercó más, un paso más y de pronto un golpe seco y fuerte aterrizó en mi oreja izquierda.
Producto del golpe sentí un mareo y caí como tabla, de culo, al piso. Cuando vi hacia arriba nuevamente, el sujeto éste continuaba parado con la misma pose de boxeador triunfante ansiando más pelea, más emocionado que Daniel Sam en su primera clase con el Sr. Miyagui.
Me incorporé, cogí mi mochila. Me di media vuelta y me fui, cogiéndome la oreja (y el culo). Sorprendentemente no hubo insultos por abandonar el "ring"... solo hubo silencio. Un silencio extraño. A medida que me alejaba esperaba los gritos e inclusive que me cogieran de la camisa para continuar el round, pero no, no hubo nada de eso. Solo silencio sepulcral. Silencio absoluto. Muy extraño... un silencio triste e inoportuno. Yo escuchaba únicamente un zumbido en mi oído izquierdo.

Al día siguiente, en el colegio, el pata este llegó, me vio... me saludó y me ofreció disculpas dándome la mano. No me dijo nada más. Correspondí su saludo.
Luego me invitó a su casa a almorzar, fui, conversamos. También lo invité a la mía y conversamos más, pero nunca del tema del famoso primer golpe que respetuosamente le solicité en su organizada pelea. Fuimos grandes amigos el resto de ese año pero desde entonces nunca más lo volví a ver. No sé qué lección aprendió él, no sé si hoy es preparador físico del hijo de Mauro Mina o es Sacerdote... no lo sé. Y no me interesa saberlo, pero siempre recuerdo la historia y trato de entender MI reacción. Creo que fue correcta, un poco estúpida o extraña o quizá sumamente valiente... no lo sé.
Hoy tengo dos hijos, uno va al nido y otro al colegio, y cuando estoy en el trabajo y pienso en mis hijos, no pienso en sus exámenes, no pienso en su atención y en su rendimiento. No pienso en si están copiando o no la tarea como la profesora quiere... solo pienso que no llegue el día en que alguien les diga "habla, nos mechamos" porque no soportaría que les hagan daño. Porque estoy seguro que a mis hijos no se les ocurriría comprobar si son más fuertes que otro amiguito del salón. Porque no entenderían porqué dos seres humanos, compañeros de clase, deberían pelear para demostrar hombría. Porque sus vidas podrían cambiar drásticamente si eso sucediera y porque los estamos criando, con mamá, a ser buenos, valientes pero no abusivos ni desafiantes.
Aprendamos a recibir el PRIMER golpe pero no a contribuir para que haya un SEGUNDO. Allá los que crean que las personas se hacen personas con violencia, NO, las personas se hacen con valores, con esfuerzo y con tesón y su capacidad de defensa depende estrictamente de su inteligencia y no de la fuerza bruta... porque somos seres humanos, iguales.

Moraleja: Despidamos para siempre la violencia en los niños... basta de Bullying...!!!

lunes, 26 de marzo de 2012

HABLA... GALÁN DE COMBI...!

 (antes de leer, copia y pega este enlace en otra pantalla y haz click para darle mejor sentido al relato)
 http://www.youtube.com/watch?v=Feu0gHezueY

Luego de mucho tiempo, hoy, subí a una Combi. Diariamente viajo en la 96 o en la 03 que son los buses Enatru de antaño que actualmente hacen la ruta precisa que me lleva al trabajo. Pero aprovechando la cercanía de mi destino por cuestiones laborales, trepé a una Combi, me acomodé en el rincón que pude y para distraerme del intenso calor y la corbata que presionaba mi garganta con mi nuca, decidí divagar, y divagando recordé una experiencia... que precisamente mucho tiempo atrás me sucedió en una Combi.

Fue en el invierno del año 2000, eran las 7 de la noche, salía de trabajar de una oficina bancaria en San Borja y mi destino era Magalena. Orondo caminaba por las calles acostumbrándome al uso diario del terno, llegué a la Av. Aviación con Javier Prado para subir a la combi que haga todo el recorrido, surcando la Javier Prado en hora punta antes de que existiera la vía expresa de esta avenida. Ni modo.
Recuerdo que me ubiqué a lado de la ventana en el primer asiento doble (de los que hoy son "reservados" por ley) y aferrado a mi loncherita inicié mi viaje de aprox. 50 minutos. En la radio estruendosamente sonaba: ♫ y haciendo palmas y arriba y arriba ese coro que arranca que dice que dice... bate que bateeeee el chocolateeee ¡y va! ♪ logrando que, pese a estar estacionados, las lunas vibren, los cachetes se sacudan y los sostenes se aflojen. En fin, paciencia y buen humor como siempre digo.

Transcurridos 20 minutos de viaje y habiendo avanzado quizá 3 cuadras, estábamos en el paradero de Guardia Civil con Javier Prado. La Combi se detiene, el cobrador baja y grita los paraderos en orden desde San Isidro hasta La Punta, el chofer silva como si fuera una alarma que anuncia el fin del mundo. El semáforo pasa a verde... nuevamente a rojo... verde otra vez... otra vez rojo... y en ese momento diviso una fila de personas dispuestas a someterse al deporte de aventura que es viajar en Combi. Increíble cómo pueden entrar tantas personas a un espacio tan reducido.
Pero entre ellas una me es conocida. Sí. Era una amiga a quien había reconocido hace mucho tiempo quien coincidentemente trabajaba en la misma empresa que yo pero en otra oficina. Cuando sube la busco con la mirada para que corresponda mi saludo. Me mira. La miro. Nos miramos. Le dije Hola, ella sonrió y dijo Hola también y se fue a acomodar al final de la combi. Al último asiento, ese arrinconado de 4 espacios donde el cobrador acomoda seis potos y sigue repitiendo "al fondo entran más, hágase pa'ladito por favor pa' que se siente ahí uno más". 
Bueno, cuando mi amiga sube y se dirige al último asiento no se me ocurrió mejor idea que dejar mi sitio y como jugador de Survivor comienzo a seguirla con la intención de acompañar su viaje y que ella acompañe el mío. Siempre con mi loncherita a cuestas abriéndome paso. Y justo cuando estoy a punto de sentarme a lado suyo:

- Uy sorry, ha subido mi novio - Dice ella
- Aaaaaaaaaah, bueno - Digo yo
- Ven, aquí siéntate - Le dice ella al novio
- La puta madre - Entre dientes digo yo 

Entonces volteo y me encuentro cara a cara con el novio dueño del asiento que yo pretendía usurpar por hacerla de galán de combi. Y encima lo saludo - ejem, hola.
El pata se acomoda a lado de su flaca. ¡¡¡Yo pretendo regresar a mi sitio pero ya había una mamá dando de lactar a su hijo ahí!!! ¡¡¡Veo a todos lados, ningún asiento disponible!!! la combi repleta como paquete de manjarblanco y yo y mi lonchera parado, delante de la chica esta y su novio, doblado en dos porque el techo me llegaba a la quinta vértebra y pidiéndole a cualquier santo que me desaparezca de ahí. Para colmo escucho decir al tipejo - "quién ese es oón"...
Y así fue, el resto del viaje lo hice en esa posición incómoda, delante de la parejita chape que te chape. Mi lonchera golpeando la cabeza de un viejo dormido y yo sudando litros sintiendo un ardor en toda mi cara producto de mi aventurada destreza de Don Juan y con el vaivén de las frenadas y pisadas de acelerador bailando el Bate que Bate Chocolate hecho un miserable Sorrento derretido.

Moraleja: No pierdas el lugar que ocupas así sea el water en el que te ocupas...!

domingo, 25 de marzo de 2012

COMPAÑEROS, TODOS

Hola amigos, familiares, vecinos, amigos de amigos, vecinos de amigos, amigos de vecinos... y como solía decirse al inicio de las palabras de bienvenida en toda actuación del colegio "compañeros todos":
Desde hace mucho llevo en mi mente la intención de crear un Blog. Por cuestiones de tiempo y otros factores no tenía cuando hacerlo. Por ejemplo, me sentaba en el escritorio de mi casa con la idea clara de lo que quería hacer... pero no tenía aún la computadora. Fuimos en familia a comprarla... y no tenía dinero para costearla. Entonces la idea seguía reservando quizá un mejor momento para convertirse en realidad. Sin embargo hubieron intentos fallidos; como por ejemplo en cabinas de Internet de esas que pululan por la ciudad. Pero no. Imposible consumar el éxito de mi intención con varios niños al costado participando de juegos bélicos o luchas sangrientas con niños de otras computadoras, cabinas o países. Fatal. Además, cada 3 minutos la máquina hacía un alto por estar sobrecargada de información y otros programas y así finalizaba mi hora de tiempo alquilado sin recompensar los minutos perdidos producto de estas fallas cibernéticas o informáticas o de lo que fuere.
Finalmente y con mucho esfuerzo logramos comprar una computadora y al pretender iniciar nuevamente con la creación del Blog... ¡me faltaba el título!. Inicié entonces la búsqueda del título y luego de muchas alternativas de pronto una tarde, sin pensar en cómo llamarlo siquiera, sin estar concentrado o desesperado por conseguirlo, salta a mi mente una frase que nunca antes escuché: "LA OCTAVA PLAGA"... y de inmediato encuentro el significado a ese destello en mi centro neuronal y relaciono ese título con la realidad y efectivamente, la Internet y todo lo que ella conlleva para nuestras vidas hoy en día es, irónicamente hablando, una nueva plaga, por ende la octava si se relaciona con el relato bíblico.
Ahora, ya creado el blog, por fin puedo darles la Bienvenida a todos quienes quieran visitar este espacio, compartir mis publicaciones, de pronto reir o reflexionar dependiendo el tema que inspire una publicación, e inclusive sugerir temas de interés que quieran comente con mi estilo que poco a poco espero vayan conociendo y vayan disfrutando.
LA OCTAVA PLAGA está un tanto inspirada en la extraordinaria serie Seinfeld que trataba de "nada" pero divertía mucho. Y espero conseguir eso: Distracción, divertimento, reflexión y una alternativa más por no usar la trillada "una alternativa diferente" que además resulta poco humilde dada la competencia y sentido creativo de otros muchos blogs que, hoy por hoy, forman parte de la diversidad de temas que por esta vía suelen tocarse.
Sin más ni más,
¡¡¡Bienvenidos a todos y gracias por pasar por acá!!!